jueves, 10 de julio de 2014

Los de abajo



Escribo esto desde la más profunda indignación y enfado. Porque no puede ser que unos sinvergüenzas que se hacen llamar gobernantes políticos se ceben con tanta saña con gente tan indefensa.

Escribo esto en nombre de mi hermana, María Isabel, y en el nombre de tantos hermanos y hermanas, hijos e hijas, madres y padres. Porque quiero hacer salir toda la rabia que tengo acumulada desde lo más hondo de mi ser.

El gobierno de la Generalitat el día 2 de agosto del año pasado, en pleno periodo vacacional, aprobó con nocturnidad y alevosía, como hacen las malas gentes, y sin consultar con nadie, el Decreto 113/2013 en el que nuestros queridos gobernantes obligan a los “usuarios” como ellos los llaman a “contribuir” al sostenimiento de los centres ocupacionales o de día que hay por todo el País Valenciano.

Este copago, que nació mal y se ha criado peor, por medio de una fórmula que ni ellos saben interpretar, dictamina cuanto tienen que aportar cada “usuario/a”, dependiendo de su patrimonio. Pero esto dicho así no debería ser arbitrario, pero cuando bajas a hablar con las familias, cosa que los impresentables estos no han hecho, ves que la realidad es completamente distinta e infinitamente injusta.

Este decreto establece que haya gente que tenga que pagar hasta 400 euros mensuales solo por la desgracia de que su familia haya puesto a su nombre el piso familiar “por lo que pudiese pasar en el futuro”, o que otro “usuario “con parálisis cerebral tenga que pagar cerca de mil euros mensuales por el siempre hecho que sus abuelos le dejasen unos terrenos “por lo que pudiese pasar en el futuro”.

Las familias siempre hemos intentado proteger a nuestros “usuarios” como dicen ellos, y ahora resulta que ha sido un error, ya que las abubillas estas que mal gobiernan la Generalitat también se quieren apropiar de lo poco que tienen.

Abubillas como el impresentable de Juan Cotino, que esta semana se le ha oído decir que no iba a dar ni un duro a los centros ocupacionales, que para eso lo da a sus residencias privadas y así hace negocio y se enriquece él y su PUTA familia. ¡Miserable!

O como la Presidenta del Consorcio Comarcal de Servicios Sociales de L´Horta Nord, señora doña Ana Pastor Balaguer, que en una asamblea con familiares, representantes políticos y trabajador@s de los centros asistenciales de L´Horta Nord, se limitó a decir que ella solo hace lo que le dicen.
Señora, si esto es así, deja mucho que desear usted como persona, y no sé como la debería calificar. Pero muy buena impresión no da.

Los familiares seguiremos luchando contra esta ley injusta que pretende arruinar a los más indefensos. Personas y no “usuarios” que no se pueden valer por si solos y que cualquier persona con un poco de humanidad serian a las primeras que debiera proteger. Pero como esta gentuza no tiene ni escrúpulos ni corazón les da igual.

Porque cualquiera de los familiares afectados, que en muchos casos las estamos pasando canutas, nos buscamos la vida como sea. Pero nuestros familiares están indefensos. ¡A ellos tenemos que buscarles la vida nosotros! Y los poderes públicos tendrían que velar por su bienestar, máxime cuando en el gobierno de la Generalitat hay una consellería de Bienestar Social que me pregunto yo para qué coño está, si sus principales “clientes” los tiene abandonados a su suerte.

Esto por supuesto tiene un trasfondo político e ideológico claro. Esta gentuza está en contra de todo lo que sea público, y quiere que las personas dependientes vuelvan a la indigencia y a la “caridad cristiana” de antaño, donde se encerraban a los tonticos todos juntos para que no diesen mala imagen, y se les daba de vez en cuando algún chusco de pan para tener las conciencias tranquilas.

Pues no, mis queridos impresentables. No vamos a volver a encerrar a nuestros familiares en casa para que no hagan feo, ni como si fuesen monstruos de feria. Las familias, y yo por lo menos, nos vamos a dejar la piel en su defensa en contra de sus ideas cuasi genocidas, porque si, La Solución Final que planteó en III Reich en la Alemania de la década de 1940, también pretendía acorralar y eliminar a enfermos físicos y mentales. Pues como contra el Nazismo, en contra estaremos de sus medidas, porque la gente ya no se calla. La gente ya empieza a despertar y no vamos a permitir que entierren en vida a nuestros familiares.

1 comentario:

  1. Pues tienes toda la razon,me gusta como escribes,un abrazo y mucha suerte,nunca dejes de luchar.

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