sábado, 9 de enero de 2016

Nuevos tiempos ¿mismas costumbres?

.Escribo estas lineas una vez pasada la resaca electoral. Una resaca que dura ya desde las elecciones europeas de 2014, y que seguramente no se ha pasado todavía.

Escribo estas lineas sabiendo que no serán publicadas en el diario.es ni las leerá Manuela Carmena ni ninguno de sus asesores/as.

Escribo estas lineas desde la decepción que me provoca la actitud de muchos de los dirigentes de Izquierda Unida/Esquerra Unida que ya dan a la organización por perdida y desean que nuestro rumbo vaya camino hacia PODEMOS.

Soy militante de Esquerra Unida/Izquierda Unida desde hace 15 años y votante y simpatizante desde que tengo uso de razón, ya que, como proletario e hijo y nieto de proletarios es la organización que se que defiende los intereses de mi gente. Sin embustes ni cantos de sirena como los que aullan otros que se dicen de “izquierdas”.

Por desgracia, el actual contexto social al que han abocado a la sociedad española los partidos del turno actuales PPSOE hacían que nuestra Organización se mostrase firme y que elaborase una estrategia favorable a mitigar el sufrimiento al que nos tenían y nos tienen subyugados los llamados partidos mayoritarios. Una refundación y re formulación del contexto social en el que nos han instalado para que resurgiese la sociedad civil de las cenizas en las que estaba sumergida.

Hace 2 años, IU tenía una expectativa de votos como no ha tenido desde tiempos de Julio Anguita, pero como en todos los sitios, hay personas que lo único que les interesa es su propio bienestar y sus propios intereses. De esos siempre han habido, que se han aprovechado de la “inocencia” de Izquierda Unida para sus propios beneficios. Aun resuenan en el subconsciente los nombres de Cristina Almeida o de Rosa Aguilar, entre otros. Y en estos tiempos no iba a ser distinto.

La sociedad es un organismo vivo, en constante movimiento, y las organizaciones que forman parte de esa sociedad deben estar en constante movimiento y en constante regeneración. El Manifiesto Comunista es la guía que todos debemos tener, pero también es un texto escrito hace mas de 150 años, por lo que, aun siendo totalmente actual, debe ser constantemente revisado y actualizado.

En Izquierda Unida/Esquerra Unida nunca nos ha asustado eso de la refundación o la actualización de nuestras propuestas acorde con lo que la sociedad demanda, ese no es el problema. El problema recae en esas personas que lo único que se mueven es por su interés y que buscan todos los recovecos posibles para llevarlos a sus propios fines.

En las elecciones europeas, se trabajó por un frente amplio que representase a la clase trabajadora en Europa. Se hizo un programa netamente de izquierdas para dar respuesta a lo que la calle demandaba, pero a algunos advenedizos les interesaba mas saber en que puestos se podían colocar que en ser un instrumento de la sociedad y para la sociedad.

Entonces nació PODEMOS. En principio, un partido con ideas parecidas a las que defendía IU, pero que si rascas un poco e investigas algo, descubres que son militantes, simpatizantes o gente que estaba revoloteando alrededor de IU para ver si caía algo.

No pasa nada, no es la primera vez que hay una desbandada dentro de la Organización. Y en el País Valenciano sabemos mucho de eso.

Este partido y su líder Pablo Iglesias, con una forma de hacer política novedosa (Según ellos y según los medios que los han amparado) nos decían hasta la saciedad que era la nueva política y que habían nacido para hacer la revolución y para asaltar los cielos. Dirían, dicen y dirán lo que haga falta con tal de tener una buena silla bajo sus traseros.

Es cierto que parece que la vieja política está condenada a desaparecer. Pero no es cierto que aigunas de las prácticas de PODEMOS sean cosa suya. No es cierto que las primarias las inventasen ellos ni muchas cosas por el estilo.

Las elecciones europeas dieron un buen resultado a PODEMOS y un resultado bastante aceptable a IU. Y ya desde el día siguiente a las elecciones, se puso en marcha la maquinaria para hacer desaparecer del mapa a nuestra Organización.

Desde ese momento, se nos repetía una y otra vez la necesidad de una confluencia entre organizaciones de izquierdas de cara a las siguientes elecciones municipales y autonómicas. Muchos desconfiábamos de gente que no se sabia bien de donde salían ni que intereses tenían. También teníamos, o yo al menos, fresco el recuerdo de otras confluencias con otras organizaciones y otras personas que a la vuelta de la esquina nos habían apuñalado. También habían muchos que se les abrían los ojos con estos cantos de sirena.

Pero como los que nos creemos el proyecto de Izquierda Unida y creemos que es un instrumento de la sociedad para avanzar hacia una sociedad mas justa, accedimos a esta confluencia y fueron muchas las candidaturas municipales de unidad popular.

En este aspecto hay que reconocer que cuando se llegó a tal confluencia, se sacaron buenos resultados, eso si, siempre desde la humildad y sin querer ser protagonista ni unos ni otras.

En el caso de Tavernes Blanques, no se pudo llegar a ningún acuerdo por viejas heridas y por falta de tiempo. Pero conseguimos presentar lista para las municipales.

Para las autonómicas, no se consiguió tal confluencia, lo que se tradujo en el peor resultado de unas elecciones autonómicas de la historia.

Pues bueno. Ya pasada las campaña, las votaciones y la resaca electoral de las municipales, se planteó las Generales para fines de 2016. Ahí es cuando PODEMOS y Pablo Iglesias desenvainaron de verdad sus espadas.

Entonces es cuando comenzó el intento de aniquilación de IU por parte del partido de Iglesias.

En aras de la confluencia, se intentó llegar a un acuerdo con PODEMOS de cara a las generales. Pero la actitud de PODEMOS y de sus dirigentes fue la de despreciar a Izquierda Unida desde el primer momento, intentando captar (con algunos y algunas lo han conseguido) a los cuadros mas representativos o mas mediáticos de la Organización para sus propios intereses. En otros caso, simplemente era altanería y una actitud chulesca hacia Izquierda Unida, y no voy a enumerar las múltiples faltas de respeto hacia mi Organización, porque si no se haría muy largo este escrito.

Al final, no se llegó a un acuerdo federal de confluencia, gracias en parte al buen hacer y a la honestidad de Alberto Garzón. No se llegó tampoco a un entendimiento a nivel de Pais Valenciano por las condiciones y la chulería que exhibían otros. Empieza la campaña electoral.

Esta campaña electoral se ha caracterizado no ya por la poca visibilidad de IU en los medios de comunicación, ya estamos acostumbradas a que nos ninguneen los medios del capital. En esta campaña se ha llegado al desprecio hacia nosotros por parte de estos medios con la complicidad de los partidos rivales, que así se veían beneficiados.

Llegó el dia de las elecciones e Izquierda Unida, con un millón de votos, sólo obtuvo dos representantes en el congreso. La ley electoral es otra cosa que se debería mirar, para que todos los votos valiesen lo mismo, pero eso es otro tema.

Pasadas las elecciones llega el momento de la auto crítica, como no podía ser de otro modo. Pero lo que mas me ha dolido de todo este camino pasado que he descrito anteriormente, es que algun@s se dediquen a hacer la auto crítica en los medios de comunicación y de espaldas a la militancia o a parte de ella.

Las cosas no han salido mal porque no hayamos confluido con PODEMOS o con quien sea.
Las cosas han salido mal porque muchos han estado demasiado tiempo siendo el perrito faldero de otros, dejando de lado a la Organización e intentando por todos los medios que han podido diluir el proyecto de Izquierda Unida en el de PODEMOS.

Las cosas han salido no porque los medios del capital nos han silenciado. Las cosas han salido mal porque hemos estado mas pendientes de mirar por el retrovisor que de mirar hacia delante y de no ver la estrategia que seguían otros para hacernos desaparecer.

Ahora que empieza el año, un año que seguramente sea convulso, debemos hacer una verdadera auto crítica y un verdadero proyecto de sociedad en el que no estemos mas pendientes de contentar a otros sino de hacer un proyecto que ilusione a la ciudadanía y que intente resolver sus problemas. Y no pasa nada, el que no crea en el proyecto de Izquierda Unida o vea mas atractivo el proyecto de otros, adelante. La puerta siempre ha estado abierta, para quien quiera venir y para quien no quiera estar.

Estas son las reflexiones de un militante de base, de un mindundi de un colectivo pequeño. Seguramente estaré equivocado en algunas cosas, o igual veo la realidad distorsionada. Pero yo soy de Izquierda Unida y de Esquerra Unida, y no me cambio de chaqueta por otra que me de mas calor.