Esta semana hemos asistido a otro ataque
de la sinrazón humana. En París, un par de descerebrados en nombre de un dios,
han destruido las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo y han asesinado
a varios de sus dibujantes, entre ellos el director de la publicación, por unas
viñetas que publicaron en 2006 caricaturizando al profeta Mahoma.
Antes que nada dar mi más sincero pésame
a los componentes de esta revista así como a sus familiares y al mundo
periodístico en general, gracias a los cuales el resto del mundo puede estar
informado, cosa que sin ellos en muchas ocasiones no sería posible.
Dicho esto quiero señalar como se han
comportado las fuerzas vivas de nuestro país.
Yo no digo que las muestras de pésame no
sean sinceras. Faltaría más, pero lo que sí que tendríamos que tener en cuenta
es que, como siempre, hay dos varas de medir las cosas.
De todos los lados estamos oyendo como
se alarman por este ataque, que los es, a la libertad de expresión. Pero no
podemos olvidar que estos mismos que hoy se escandalizan, no les tiembla el
pulso al coartar las libertades en suelo patrio.
Hace unos años la revista El Jueves, a
colación de la fantástica idea que tuvo el gobierno Zapatero de dar 2500 euros
a todas las parejas que tuviesen o adoptasen un hijo, da igual el estatus
social de dichas parejas, publicó en su portada una viñeta donde se podía ver
al actual jefe de estado y señora, en lo que podíamos denominar como proclives
a que el Estado les diese esa ayuda.
Pues bien. El gobierno de entonces con
Zapatero a la cabeza, esgrimiendo que era una falta de respeto hacia tal regia
pareja, secuestró los ejemplares de la revista que estaban incluso algunas
repartidas ya por los kioscos, Esta intromisión del gobierno en la libertad de
los dibujantes y trabajadores de El Jueves es también un atentado contra la
libertad de expresión, pero al tratarse de la citada pareja, primaba mas su honorabilidad
que los derechos fundamentales.
La editora de la revista, RBA, también
retiró la edición de la semana en la que el anterior jefe de Estado abdicó,
esgrimiendo los mismos argumentos que años atrás utilizó el anterior gobierno.
Esta misma semana, la Audiencia Nacional
imputa al presentador de La Tuerka, Facu Díaz, por el sketch “El PP se disuelve”
argumentando que dicho gag produce “humillación a víctimas del terrorismo”.
Con todo esto, lo que quiero decir es
que está muy bien criticar las censuras y los atropellos contra la libertad de
expresión. Lo que ya no es de recibo es la doble vara de medir.
En España, desde que estamos en eso que
llaman democracia (Y no lo es), los poderes fácticos han estado metiendo la
mano en las opiniones públicas sin que haya pasado nada. En 2003, el año del
comienzo de la invasión de Irak, el gobierno de José María Aznar, apoyándose en
la judicatura española, cerro el diario abertzale Eguin y su emisora hermana
Eguin Irratia, además de encarcelar a varios colaboradores de dichos medios.
Y ahora me pregunto yo. ¿Dónde está la
libertad de expresión en estos actos? Porque no es lógico que las fuerzas
políticas criminalicen a medios de comunicación simplemente porque no les hace
gracia lo que dicen de ellos.
Un representante político tiene que
estar a las duras y a las maduras, y saber encajar las opiniones contrarias.
Porque es muy democrático criticar la supuesta censura de Cuba o Venezuela (Que
igual las hay), y luego aquí no respetar las opiniones de los demás.
Por otro lado, ya hay sectores de la
sociedad, sectores que, como los mulos con anteojeras no ven más allá de sus
narices, que criminalizan el mundo musulmán. Yo soy ateo y no creo en ninguna
religión y me parece que con la escusa de la religión se han cometido las
mayores atrocidades en la historia de la humanidad. Pero me llega, en mis
cortas entendederas a diferenciar lo que es una religión, una ideología política
o una idea de nación con un grupo de animales que con esa escusa se dedican a
sembrar el terror entre la sociedad. Ni todos los musulmanes son terroristas,
como no todos los vascos eran de ETA. A ver si saben diferenciar!!!
Enlazando la religión, la censura y los
fanatismos, hay que recordar que los hechos ocurridos esta semana no han sido
un caso aislado. En la historia de la humanidad, esos que se dicen protectores
de la religión, que más que proteger la religión lo que protegen es sus modos
de vida moralmente cuestionables, han atentado contra los librepensadores que
han existido en todas las latitudes del globo. Y pondré solo dos ejemplos:
Galileo Galilei, padre de la astronomía y de la física moderna, fue recluido en
su casa a las afueras de Florencia por el simple hecho de haber presentado su
teoría (Hoy más que probada) heliocentrista, contraviniendo lo que la iglesia católica
decía, que no era otra cosa que la tierra era el centro del universo. Pues esta
misma iglesia, 500 años después pidió perdón a Galileo por una condena sobre
una teoría que hoy está más que probada.
Por otro lado, cabe recordar las
amenazas que durante años sufrió el escritor inglés de origen indio Salman Rushdie
cuando publicó sus “Versos Satánicos”. Este escritor ha tenido que vivir gran
parte de su vida escondido simplemente por publicar un libro que unos fanáticos
consideraban impropio.
No se puede permitir que en el nombre de
una idea personas estén obligadas a mirar constantemente hacia atrás. Las
opiniones, nos gusten o no, son legítimas de cada ser humano, y cada ser humano
tiene el derecho a equivocarse.
Y por último, quisiera hacer una
referencia a la hipocresía de los que dicen que nos representan. Ustedes son
los primeros que no respetan las libertades de los ciudadanos y ciudadanas a
los que deben proteger.
Ustedes crean leyes como la ley mordaza,
que coartan nuestras libertades, simplemente para no ver dañado su cómodo
estilo de vida.
Ustedes se meten en la vida de las
mujeres criminalizando su derecho a decidir si son madres o no, pero luego
abandonan a su suerte a dependientes y enfermos como los y las enfermas de
hepatitis C, desgraciadamente tan en boga hoy en día.
Ustedes fomentan el odio entre unos y
otras prohibiendo la consulta en Catalunya y criminalizando a aquellos que
quieres decidir lo que quieren ser, simplemente como he dicho anteriormente por
no perder su statu quo.
Por todo ello, y creyendo sinceramente
que las muestras de afecto y cariño mostradas por ustedes sean sinceras, no les
exime de todos los atropellos que ustedes provocan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario