miércoles, 25 de enero de 2012

El mundo al revés.

Hoy estoy un poco desorientado. Oigo las noticias y me parece que estoy mareado. Este país se ha vuelto loco o qué.

Esta mañana al ir a trabajar estaba hablando en la radio sobre la imputación del juez Baltasar Garzón por intentar investigar el franquismo.
En España, durante 40 años hubo un régimen dictatorial que asesinó a miles de personas por todo el territorio nacional. Después, en la mal llamada transición, se quiso dar la impresión de que todo estaba olvidado y perdonado. Tuvimos que tragarnos que estábamos en paz y que había que olvidar. Pero los familiares de las víctimas y las personas represaliadas no olvidaron nunca.
Durante años, muchas personas estuvieron buscando a sus familiares en cunetas, fosas comunes o barrancos para que por lo menos sus restos descansasen en paz.

Tuvimos que esperar a 2004 para que el primer gobierno de Zapatero aprobase una ley de memoria histórica que recordase y honrase a los represaliados. Fue entonces, cuando el juez Garzón, que para que conste mi imparcialidad nunca me ha caído bien, decidió investigar y llevar a la justicia a los verdugos que aún estuviesen vivos para contarlo.

Al juez Garzón se le ha llamado juez “estrella” porque parecía que siempre estaba metido en todos los fregados. No voy a entrar a valorar eso. Pues Garzón decidió investigar el franquismo y fue entonces cuando ese franquismo salió de las cavernas y empezó una autentica caza de brujas contra él. Se le inhabilitó de sus funciones como magistrado del Tribunal Supremo, y se cursó una denuncia contra él. ¿Y quien interpuso esa denuncia? Pues entre otros Falange Española y el pseudo sindicato judicial Manos Limpias, asociación de jueces fascistas que aún hoy en día forman parte del aparato judicial español

Con todas estas, Baltasar Garzón está siendo juzgado.


Hace unos días, terminó en Sevilla el juicio contra los presuntos asesinos de Marta del Castillo. Después de casi dos años desaparecida. La justicia de este país no solo no ha encontrado el cuerpo de Marta, ni indicios de que esté muerta, todo sea dicho, si no que a los supuestos autores de su desaparición no los ha castigado como debía.
La sentencia también deja mucho que desear, ya que de los imputados en el caso, solo se ha dictado sentencia condenatoria para Miguel Carcaño. Los otros imputados, el Cuco y compañía se han ido de rositas. En fin que en este caso la justicia también se ha portado de categoría.


El lunes día 16 de enero murió Manuel Fraga. Este señor fue un alto cargo dentro del régimen de Francisco Franco. El, siendo ministro del interior, firmaba sentencias de muerte como quien firma discos y nunca fue juzgado por nada. Otra vez la ley de amnistía de 1976 parece que se olvidó de este siniestro personaje. Personaje que en su vida se arrepintió de haber formado parte del aparato del Régimen ni censuró la dictadura. Pues bien el día 16 murió y al día siguiente TODOS los medios de comunicación alababan que había sido un precursor de la transición y uno de los padres de la democracia que disfrutamos hoy en día. Ya es triste que este señor muera y quede como un héroe de la transición y que se le perdone todas las tropelías que hizo en sus años mozos. Se conoce que el haberse bañado en palomares le dio superpoderes. Que se lo digan a los abogados laboralistas de Atocha o a los represaliados de Vitoria. Para ellos no habrá ningún homenaje ni reconocimiento.


Esta tarde se ha dado a conocer el veredicto del juicio contra Francisco Camps y Ricardo Costa, dos altos cargos del PP Valenciano acusados de recibir regalos suntuosos a cambio de favores políticos. Durante días se pudo escuchar conversaciones con el otro pilar de esta trama, el famoso “Bigotes” en la que quedaba más que claro que entre ellos se cocinaba una trama de poder y corrupción evidente que llegaba hasta límites bochornosos. Pues bien. Después de deliberar el jurado popular que lo juzgaba, también han salido de rositas y se les absuelve de todo delito.


¿Qué pasa con la justicia de este país? Estamos locos o que.
Al que investiga asesinatos y humillaciones lo juzgan y a los que roban y se aprovechan de su posición política los absuelven.

Aún quedan muchos chanchullos por esclarecer, como el caso Palma Arena que lleva a los tribunales al ex presidente de Balears Jaume Matas, por una supuesta apropiación de dinero público. O el Caso de Carlos Fabra, ex presidente de la diputación de Castelló por cohecho y tráfico de influencias. O a Iñaki Undargarín, el yernísimo del rey por apropiación indebida por el caso Noos. Que si, majestad, que la justicia para todos es igual pero su yerno es su yerno y los demás unos simples mortales.


Con todo lo dicho más arriba, seguramente algún dato me he equivocado o falta algún detalle. Pero lo sí que queda claro es que si te tiene que juzgar el estado español, más vale ser rico y poderoso porque si no… la tenemos clara.

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